martes, 17 de agosto de 2010

Lo que dice una sonrisa


Alzaron la vista al unísono y sus mejillas se expandieron para dar paso a una gran sonrisa rodeada de niños.

- Dónde es dónde nos llevas???

- A pasar el día con unos amigos, tienen una casa preciosa, con piscina, os apetece???

- Sí, sí, sí...

No hay nada tan gratificante como el ver a unos niños sonriendo ante algo que no conocen pero cuya expectativa les supera y les genera una inquitud desmesurada.

Hacía tiempo que lo estaba percibiendo por mi mismo, pero... he de reconocer que estoy descubriendo a mis hijos en estos últimos meses. Me están enseñando a vivir, a crecer como persona y como padre, a superar las adversidades, a confiar en mi instinto, a ser feliz...

No hay muchas cosas en el mundo que sean tan descriptivas como la sonrisa de un niño. No hay truco, no hay engaños en ella, es lo que se ve, es lo que se percibe, es lo que se siente. Para mi es una bocanada de aire fresco, es una sensación maravillosa cuando me sonrien, significa que lo estoy haciendo bien, que cuentan conmigo, que apoyan mi trabajo con ellos, que agradecen mi esfuerzo, que perciben el amor que se les da... Me siento orgulloso, me siento realizado... desde mi interior algo me dice que todo ese esfuerzo que uno hace para que sean felices se ve recompensado ante el más mínimo atisbo de felicidad en su rostro, y yo me digo... soy afortunado, en tener lo que tengo.

2 comentarios:

  1. Definitivamente los hijos son para sus padres el bálsamo diario que nos hace levantarnos cada día con más y mejores razones para vivir la vida. Me congratulo que tu tengas la suerte de beberlo y disfrutarlo cada vez con más tiempo, no todos podemos o hemos podido. Preciosas palabras, mejores sentimientos y pensamientos son buenas señales que yo espero si me dejas, poder compartir contigo. Un beso.

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  2. Me alegra ver, o mejor dicho leer, que puedes y disfrutas de tus hijos siempre que te lo permiten las circunstancias, nuestros hijos son lo mejor de nuestras vidas, Antonio, ni el trabajo, ni el dinero, ni nada, puede sustituir a la sonrisa de tu hijo. Quien es padre lo entenderá. Me ha encantado este escrito, sigue así, me identifico contigo. un beso.

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