lunes, 23 de agosto de 2010

The blind eyes


... y de repente el mundo se paró. Su orgullo había sido herido y su desconsuelo era tal que no pudo contener una lágrima caer por su mejilla.

- Cómo se puede ser tan rastrero???. Cómo se puede hacer tanto daño y tan gratuítamente???. Esas dos preguntas retumbaban incansablemente en la cabeza de Derek y por más que quiso contestarlas, más era la distancia que le separaba de la respuesta que la certidumbre de conocer la misma.

Una noche, mientras estaba leyendo a Saramago en su "Ensayo sobre la Ceguera" lo vió claro... "No hay más ciego que el que no quiere ver". Y se dio cuenta que él lo había estado durnte mucho tiempo y que realmente no pudo ver el monstruo que se estaba creando a su lado, noche tras noche, día tras día...

Apoyó su vaso en la mesa y respiró profundamente, notaba como el aire salía de su boca junto con una sensación de vacío e incredulidad... como podía no haberlo visto venir???. Él se vanagloriaba en sus círculos más íntimos que tenía la capacidad de ver las cosas acercarse desde muy lejos y que siempre estaba prevenido ante cualquier revés que se le presentase, pero esta vez... esta vez fue diferente, vio el tren justo cuando lo tenía a centímetros de su rostro y lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos y pensar... "aquí estoy".

Una vez pasado el dolor, la rabia y la indignación tras la revelación, y tras tomar el último sorbo de su copa, se levantó como un resorte y se fue hacia la ventana de la habitación. Miró hacia el cielo, volvió a tomar aire, esta vez con todas sus fuerzas y lo fue soltando poco a poco, como queriendo limpiar ese rencor que tenía en sus adentros. Cerró el libro y se fue a dormir.

En muchas ocasiones queremos que alguien nos abra los ojos y que nos diga cuáles son nuestros errores y cuáles son nuestras equivocaciones. En su caso, Derek lo descubrió por sí mismo, y fue doloroso para él averiguar que tras esa imágen cándida y dulce dormitaba un demonio con piel de cordero. Es lo que tiene el buscar, no siempre te encuentras lo que quisieras...

- Ojalá seas todo lo feliz que te mereces...

domingo, 22 de agosto de 2010

Despertares


La sensación era indescriptible, el desasosiego era aterrador y creyó que la nada se abría antes sus pies para invitale a hacerle compañía. Así fue como despertó de su errático sueño, de aquella amalgama de sentimientos encontrados, de carreras sin moverse del sitio, de ese miedo a lo conocido.

- Porqué tengo la extraña sensación de que ésto ya lo he vivido antes???

Reflexionó por un momento, hizo un ejercicio de memoria para recordar lo vivido, pero por más extraño que pareciese, no podía traer a su cabeza aquello que lo había despertado tan súbitamente. Había desaparecido por completo, pero quedaban las secuelas de tan extraño suceso. Un sudor frío recorría su maltrecha espalda, el corazón se le salía del pecho y un temblor ridículo en la mano pronosticaba que la situación no había sido agradable.

Qué sería tan importante para estar así? Qué pasó en esos instantes por su cabeza para que todo su cuerpo se retorciera en una mueca infame de dolor?...

Se sentó en la cama, cruzado de piernas, mirando a la ventada del cuarto que estaba abierta de par en par. Cerró los ojos e inspiró profundamente, dejando salir el aire por sus labios de manera pausada . Volvió a mirarse la mano, y el temblor iba remitiendo a medida que el aire llenaba sus pulmones y el oxigeno fluía a través de la sangre hasta su cerebro.

- No pasa nada, simplemente es un mal sueño, pero... cuál sería ese sueño??? No lo recuerdo...

Miró su reloj y lleno de resignación decidió que debía volver a intentar dormirse, aunque se atisbaba en el horizonte que cierto astro rey tenía pensado aparecer en breves instantes. No hizo caso al sol y volvió a tumbarse en la cama, pensando y pensando en qué sería lo que pasó por su cabeza para despertarse así... Mientras pensaba, el cansancio se apoderó de él y decidió hacerle compañía a Morfeo en su quehacer diario. Entre tanto, sus ojos se cerraban y se repetía incansablemente:

- No tengo miedo... no tengo miedo...

martes, 17 de agosto de 2010

Lo que dice una sonrisa


Alzaron la vista al unísono y sus mejillas se expandieron para dar paso a una gran sonrisa rodeada de niños.

- Dónde es dónde nos llevas???

- A pasar el día con unos amigos, tienen una casa preciosa, con piscina, os apetece???

- Sí, sí, sí...

No hay nada tan gratificante como el ver a unos niños sonriendo ante algo que no conocen pero cuya expectativa les supera y les genera una inquitud desmesurada.

Hacía tiempo que lo estaba percibiendo por mi mismo, pero... he de reconocer que estoy descubriendo a mis hijos en estos últimos meses. Me están enseñando a vivir, a crecer como persona y como padre, a superar las adversidades, a confiar en mi instinto, a ser feliz...

No hay muchas cosas en el mundo que sean tan descriptivas como la sonrisa de un niño. No hay truco, no hay engaños en ella, es lo que se ve, es lo que se percibe, es lo que se siente. Para mi es una bocanada de aire fresco, es una sensación maravillosa cuando me sonrien, significa que lo estoy haciendo bien, que cuentan conmigo, que apoyan mi trabajo con ellos, que agradecen mi esfuerzo, que perciben el amor que se les da... Me siento orgulloso, me siento realizado... desde mi interior algo me dice que todo ese esfuerzo que uno hace para que sean felices se ve recompensado ante el más mínimo atisbo de felicidad en su rostro, y yo me digo... soy afortunado, en tener lo que tengo.

lunes, 9 de agosto de 2010

La mirada de Bastet


Era el momento, era el lugar. Una inmensa luz iluminó el dormitorio a eso de las 4 de la madrugada; sus palabras resonaron en su cabeza como un tintineo de campanillas suaves y delicadas... Ya no las pudo sacar, ni quiso que salieran. Hizo una foto mental del momento y capturó la esencia de su sonrisa y la profundidad de su mirada, en aquellos instantes en que dejó de existir todo. La miró con dulzura y no hizo falta que le dijese nada, ella leía en sus ojos todo lo que necesitaba escuchar.

La calle estaba vacía, no había ruidos que los molestaran, y, aunque los hubiera habido, ellos no los habrían escuchado. Dos imágenes de bronce de Bastet fueron testigos de lo sucedido; impertérritas, serenas, desafiantes...

Y en ese momento, en que la habitación estaba completamente iluminada por todo lo acontecido en esos segundos interminables, decidieron que era el momento de dormir. Acercaron sus manos con la intención de decirse el uno al otro: estoy aquí, estoy aquí contigo...

A la mañana siguiente, los primeros rayos de sol entraron por la ventana, iluminando nuevamente sus caras. Se miraron y ambos recordaron lo sucedido horas antes... no había sido un sueño, fue real.

jueves, 5 de agosto de 2010

Señales


Últimamente empiezo a creer en las señales, de que nada ocurre por casualidad, de que todo tiene un porqué y una razón de ser.

Cuando crees que la vida ya no te puede sorprender, ella va, y para llevarte la contraria, le da un vuelco de 180º que te deja diciendo... no puede ser... no puede ser...

Lo único que sé es que voy a hacer caso a esas señales, que me voy a dejar llevar por ellas, porque creo que es el momento de dejar de racionalizarlo todo, de medir todos mis pasos, de examinar todas las alternativas, de pensar sólamente en las consecuencias de mis actos y, simplemente, me voy a dedicar a vivir.

Por una extraña casualidad "o por una señal", mañana puede ser un día importante para mi futuro, y creo que lo voy a afrontar de la mejor manera posible, con mentalidad positiva y con mucha ilusión. No mediré mis pasos, no examinaré las alternativas, no pensaré en las consecuencias... simplemente, disfrutaré el momento, porque... últimamente empiezo a creer en las señales.

lunes, 2 de agosto de 2010

Comenzamos...


Durante muchos años, he estado escribiendo pequeñas líneas que relataban momentos importantes, o para mi sí que lo eran, de mi vida. Hace mucho tiempo que dejé de escribir... y creo que ahora es el momento adecuado para retomar esa práctica, pero esta vez, quiero compartirlo con vosotros, con los que, de una manera u ptra, formais parte de mi vida o, en un futuro no muy lejano, vais a ir entrando en ella.

No se la forma que va a coger mi blog, ni el camino que va a seguir, pero lo que si que tengo claro es que quisiera abrir una pequeña puerta cuya finalidad sea simplemente esa... estar abierta.

Bienvenidos.